DE CÓMO DENIGRARON A LA POBRE SERPIENTE QUE NO TUVO LA CULPA DE NADA
Laura Yasan
Obra de Aitch/Heliana Adalgiza
|
fui la primera mujer sobre la tierra
la vida era plácida
los frutos dulces y la hierba blanda
no había nombres todavía
ni objeto
pero así no estaba planeado
un día llegó un animal del todo diferente
se parecía a mí
unas partes de menos
otras de más
al verme gritó loco de contento
agradecía
acabar con la evolución le tomó apenas un instante
millones de años perdidos en llegar al lenguaje
porque habló
ese día y en ese momento
habló para decir
quiero mi purecito de manzana
alguien más tarde tergiversó esta historia
fundó otros mitos
de qué sirvió
ya todo estaba arruinado
la razón es tan simple
no por la burda fábula de la serpiente
nos echaron a patadas del paraíso
fue porque accedí
la vida era plácida
los frutos dulces y la hierba blanda
no había nombres todavía
ni objeto
pero así no estaba planeado
un día llegó un animal del todo diferente
se parecía a mí
unas partes de menos
otras de más
al verme gritó loco de contento
agradecía
acabar con la evolución le tomó apenas un instante
millones de años perdidos en llegar al lenguaje
porque habló
ese día y en ese momento
habló para decir
quiero mi purecito de manzana
alguien más tarde tergiversó esta historia
fundó otros mitos
de qué sirvió
ya todo estaba arruinado
la razón es tan simple
no por la burda fábula de la serpiente
nos echaron a patadas del paraíso
fue porque accedí
APUNTES DE FE
creo en lo que se mueve detrás de la aspereza
en la instancia agotada de una promesa rota
creo en la inmediatez
creo en las despedidas
en los cuerpos vencidos por el peso de la parte que falta
creo en la vanidad
creo en lo efímero
en la trinchera que construye la noche con las piedras del día
creo en los pactos del azar
en la brutalidad de los sentidos
en esa dentellada que sufren los cimientos cada nueva estación
en la instancia agotada de una promesa rota
creo en la inmediatez
creo en las despedidas
en los cuerpos vencidos por el peso de la parte que falta
creo en la vanidad
creo en lo efímero
en la trinchera que construye la noche con las piedras del día
creo en los pactos del azar
en la brutalidad de los sentidos
en esa dentellada que sufren los cimientos cada nueva estación
yo pego inútilmente la espalda a la pared
vivo en esa cornisa
tarde o temprano me romperé los dientes sin el menor estilo
sé predecir esa obviedad
creo en la conveniencia de recapitular
en la esforzada dignidad que me asiste
en los favores del instinto
más que en ninguna cosa
vivo en esa cornisa
tarde o temprano me romperé los dientes sin el menor estilo
sé predecir esa obviedad
creo en la conveniencia de recapitular
en la esforzada dignidad que me asiste
en los favores del instinto
más que en ninguna cosa
No hay comentarios:
Publicar un comentario