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sábado, 2 de mayo de 2009

Cinco entradas posibles a las moradas de Susana Thénon


Bjork frente a Led Zeppelin

Fundación

Como quien dice: anhelo,
vivo, amo,
inventemos palabras,
nuevas luces y juegos,
nuevas noches
que se plieguen
a las nuevas palabras.
Hagamos
otros dioses
menos grandes,
menos lejanos,
más breves y primarios.
Otros sexos
hagamos
y otras imperiosas necesidades
nuestras,
otros sueños
sin dolor y sin muerte.
Como quien dice: nazco,
duermo, río,
inventemos
la vida
nuevamente.



...
los ingenieros ríen suavemente
de los poetas flacos

los miran al trasluz
los desenrollan con delicadeza

no hay vetas
ni vestigios
informan

la franja azul más que petróleo
es metáfora del agua

y la zona amarilla no revela
subproducto ni krill

nadie comerá de esto
informan

pero aconsejo no desactivarlos

...


Juego


Despojémonos de todo aquello
seguro
que se proyecta al exterior
con trazos lentos
y definitivos.
Todos empleados en la tarea
de ser, vivir, sentir
sin otros lazos.
Y quien no atine a sofocar
su amor por lo prohibido,
reclame su derecho al dolor,
su penitencia.
Despojémonos de todo cuanto
nos conformó a imagen y semejanza
nuestra
y gustemos sabiamente para el recuerdo
el minuto absurdo y libre.






(La mentira del tango)






















Tango
Ante un cuadro de Leonor Vassena

Trac de la sangre
alucinada
es el baile.
Quietud
a la espera de movimiento.
(Cuerpos de tierra verde,
trascendentes).
Sube la inquietud cromática
y se ubica
en las partes.



La marea
Es dura de aguantar
esta larga ingratitud
de las horas
cuando al fin de tu sueño
compruebas
que se alejaron sin amarte.
Doloroso es sentir
cómo la tarde se desprende
y te deja
sin su piel cristalina,
sin su abrazo.
Triste es todo en su fondo
cuando a solas
desciende y sube la marea
de la sangre.
Triste y fundamental
y turbio
es este ardor
sin tregua.


(Susana Thénon, La morada imposible)

Escribir


"El puñal" de José Juan Tablada.

Él escribe. Prefiere el bolígrafo porque dice que así es como único recuerda. Y sin embargo, aún el objeto –en sus jadeos de angustia y pánico- va perdiendo la
tinta.

(s.figueroa)

El cuerpo

No hay que temer estirar la buena voluntad y exigirle al cuerpo; después de todo, la cabeza lo ha maltratado siempre.