Traductor

viernes, 14 de agosto de 2009

Sin título


El desierto se abre ante los ojos del viajero
sobre sus ciudades 
se sumerge,
y encuentra

un tesoro arenoso,
cálido,
escapa
de sus dedos
y se adhiere
a cada fibra
de su cuerpo.

Al regreso,
agua y arena
confabulan
contra la espina
y anuncian
la llegada de la rosa.

Santorini


-->

Será el calor infernal; el gato afuera, la isla, y mientras tanto, la gente que no llega.